Casa de Kimberly

LLamo a la puerta.

-Em...¿Hola?

Entro deslizándome.

-Hola, me llamo Alice, encantada^^-sonrío, tendiéndole una mano- ¿Kim, verdad? Oye...¿Puedo pedirte algo? He visto que tienes una guitarra...verás, tengo un bajo pero...hace tiempo perdí mi púa, tuve que tocar con los dedos y lo desafiné por completo...por desgracia no sé afinar y...me preguntaba si tú sabrías hacerlo ^^ echo tanto de menos tocar...

Abro de nuevo la puerta y con un ágil movimiento hago entrar a mi bajo, enfundado en una funda negra y morada.

-Ah...-digo, decepcionada- bueno, entonces supongo que tendré que ir a buscarle a él...

Abro la puerta y hago ademán de irme, esperando que me diga que me quede un poco más.

Me giro con una vampírica sonrisa hacia ella.

-¿¿En serio?? ¡¡eso es genial!! -cierro la puerta y entro. Arrastro el bajo hasta un sillón cercano y lo dejo allí. Me quedo de pie, admirando la habitación con los brazos en jarras.

-Bonita casa. ¿Te molesta que fume?-digo, sacando uno de mis últimos cigarros.

"Cuando pille a Giselle..." pienso.

Enciendo el cigarro y, tras una calada, pregunto:

-Bueno, ¿dónde están esas púas, y esa guitarra de la que hablas?-sonrío

-¡Oh! Es preciosa-digo, dejando el cigarro en un cenicero y cogiéndola- Debes de tocar bien.-me siento en el sofá y miro a mi bajo- yo no hago gran cosa con mi pequeño Laurent...